Actividades Asociación 2025
Conferencia Juan Martín Díez: el líder guerrillero
El pasado 26 de noviembre, dentro del programa de conferencias programadas por la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería, tuvo lugar en aula magna del acuartelamiento "General Shelly", la conferencia: Juan Martín Díez: el líder guerrillero, impartida por Efrén Fernández Petite, teniente coronel retirado de Caballería y licenciado en Geografía e Historia por la UNED, a la vez que miembro de la asociación.

La conferencia se ha impartido a petición del Círculo Cultural Juan Martín el Empecinado de Valladolid, con motivo de cumplirse el segundo centenario de la muerte del famoso guerrillero y político liberal, así como el 250 aniversario de su nacimiento. Asistieron miembros del citado círculo cultural, entre los que se encontraban descendientes directos del guerrillero (sexta y séptima generaciones); a la cabeza de ellos, estuvo Benjamín Velázquez Martin, vicepresidente nacional del círculo. Asistieron también público civil y varios miembros de nuestra asociación.
Hizo la presentación del ponente el vocal de la junta Felipe Martin Moreno, quien expuso una breve reseña sobre el currículo académico y profesional del teniente.

Una vez finalizada la presentación, tomó la palabra el ponente, que indicó su intención de resaltar los méritos del jefe guerrillero, ciñéndose exclusivamente a los obtenidos en su condición de militar, sin menoscabo de su fidelidad a la nación por su ideología, ligada a los inicios del liberalismo en España.
Tras hacer una reseña a la bibliografía consultada para el desarrollo de la conferencia, destacó, entre otras, la obra de Benito Pérez Galdós (el libro dedicado El Empecinado, comprendido en sus Episodios Nacionales), así como la Caballería y Liberalismo, del que fue director espiritual de la academia, el coronel Mateo Martínez, sacerdote castrense, profesor de la misma y catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Valladolid

Tras este preámbulo expuso los valores morales de Juan Martín; destacó su capacidad intuitiva para el combate, su valor, fortaleza física y moral, tenacidad para conseguir sus objetivos y el espíritu de lucha continua; fueron valores que, además de haber sido reconocidos a nivel internacional, justificaron el sobrenombre de El "Empecinado", por el que es más conocido.
Expuso a continuación que los inicios del personaje en la vida militar se produjeron tras su alistamiento a la edad de 16 años en el Regimiento de Caballería de Línea "España"; participó con dicha unidad en la guerra contra la Convención Republicana (Francia) en los años 1793-1795 a las órdenes del general Ricardos. En tal conflicto fue donde comenzó a adquirir la experiencia en el combate,qué, posteriormente y gracias a su capacidad innata para la guerra irregular, supo aprovechar en sus acciones como guerrillero.
Tras su participación en la batalla de Cabezón de Pisuerga y su posible, pero no contrastada presencia documentalmente en la del Moclín de Medina de Rioseco, Juan Martín decidió combatir a los franceses de forma irregular. Esta voluntad de seguir combatiendo frente a un enemigo superior y que dominaba el territorio, actitud que fue secundada por otros jefes tanto militares separados de sus unidades o por lideres locales como Espoz y Mina o el Cura Merino, dio paso a la guerrilla. Era una forma de combatir que, aunque tenía ya antecedentes a lo largo de la Historia, quedó consagrada, a partir de la Guerra de la Independencia, como el mejor modelo para llevar a cabo acciones eficaces frente a un enemigo muy superior dentro de los conflictos armados.
En este momento, el ponente hizo un paréntesis en la narración de la biografía del El Empecinado como guerrillero para exponer a los presentes el concepto preciso de guerrilla. Tomó como referencia la definición, vigente en nuestro Ejército, de las Orientaciones para la lucha de guerrillas y contraguerrillas:
La lucha de guerrillas es un procedimiento de lucha de carácter restringido, aplicable a cualquier clase de guerra y un elemento esencial de la guerra subversiva. Se emprende, normalmente, con el apoyo de la población civil en un territorio dominado por el adversario, y en ella se emplean, inicialmente, fuerzas irregulares, cuyos procedimientos de combate son esencialmente diferentes a los que se utilizan en una guerra regular.
Expuso seguidamente como debía proceder la guerrilla, según la Junta General Suprema Central del Reino, en las circunstancias específicas de la Guerra de la Independencia; es decir, forma de Actuar sobre el enemigo en territorio ocupado por éste; objetivos que se concretaron en los siguientes puntos [1]:
1. Mantener a raya y desmoralizar a las tropas enemigas, eliminando potenciales enemigos para los ejércitos regulares.
2. Privar al enemigo de los suministros de alimentos, especialmente las tropas francesas que vivían de lo que producía el campo.
3. Proporcionar inteligencia militar a los aliados (circunstancia explotada sabiamente por los británicos).
4. Mantener viva la moral de resistencia en la población.
Como ejemplo, mostró la figura adjunta, donde se puede apreciar como las zonas de acción de las principales partidas se superponen a las principales rutas empleadas por el ejército francés; ocasionaron enormes trastornos a correos, abastecimiento y grandes movimientos de fuerzas. Como ejemplo expuso la batalla de los Arapiles; allí el Mariscal Massena sólo pudo contar con 36.000 hombres de los aproximadamente 110.000 de su ejército, debiendo la mayoría de su fuerza perseguir a las partidas enemigas de la zona.
[1] https://elrincondebyron.com/2021/04/21/la-regulacion-de-los-irregulares-legislacion-espanola-sobre-la-guerrilla-durante-la-guerra-de-independencia-por-vittorio-scotti-douglas-i/

En cuanto al elemento humano, hizo una síntesis sobre procedencia y motivaciones; afirmó que [1] llegó a alcanzar unos efectivos de 50/60.000 hombres, siendo la composición del ejército regular de 70.000 y del ejército anglo-luso de sir Arthur Wellesley [2] de alrededor de 100.000.
Prosiguió comentando que la Junta General Suprema Central, a efectos de proteger a los guerrilleros jurídicamente y evitar su ejecución sumarísima, promulgó dos decretos: el Reglamento de partidas y cuadrillas (28 diciembre de 1808), cuando ya el propia Napoleón había entrado en territorio español al frente de la Grand Armée, y el Real Decreto Regulador del Corso Terrestre. (marzo de 1809).Tuvieron escaso efecto
A continuación, el conferenciante retomó la exposición de las acciones de la partida de El Empecinado, comentando sus intervenciones en la Cuenca del Duero, en especial en Tierra de Pinares y zona norte de las sierras de Ayllón y Guadarrama; destacó la acción de Aranda de Duero, donde se apoderó de un convoy de 30 carros franceses; pero cometió el error de permanecer en la zona y allí, la reacción francesa le hizo huir hacia el norte y acogerse a la partida del cura Merino en las sierras burgalesas.
Toda esta actividad constante de desgaste, especialmente de convoyes y correos, supuso que el mando francés destacara permanentemente fuerzas en su persecución o en la protección de rutas, lo que contribuyó a la distracción de elevadas fuerzas de maniobra francesas, en perjuicio de su ejército de ocupación y en beneficio de los ejércitos regulares británicos y españoles.
Siguió con el apoyo de su partida al ejército anglo-luso-español de los generales de la Cuesta y Wellesley en la batalla de Talavera (28 de julio de 1809). En este caso y con una partida de 80 jinetes, su misión consistió en actuar a retaguardia de las líneas francesas, con el fin de sublevar a las poblaciones situadas al sur del Sistema Central Occidental, acciones por las que la Junta Suprema le concedió el empleo de capitán de Caballería.
Reclamado por la Junta de Guadalajara, participó en la campaña de Guadalajara, donde su partida se incrementó, de tal forma, que llegó a disponer de dos regimientos de Cazadores de Caballería (Voluntarios de Guadalajara, del que fue coronel titular reconocido ya por la Junta General, y Voluntarios de Madrid) y varias unidades de Infantería. Dado el volumen que adquirió la partida, se le concedieron las facultades de Brigadier.

En esta situación estableció su base en la plaza de Sigüenza, desde donde centró su actividad en actuar contra las patrullas francesas de requisa (combates de Valdecalabazas y Miralbueno en los inicios de 1810). El conferenciante expuso seguidamente como el general Joshep Léopold Sigisbert Hugo (padre del autor francés Víctor Hugo) con 3.000 hombres, reforzado con artillería, ocupó Sigüenza para combatir la guerrilla, plaza que fue cercada por el Empecinado. Al cabo de 8 días, el general francés intentó de salir de la plaza lo que motivó la batalla de Guijosa, donde El Empecinado, que contó con el apoyo de las partidas del cura Merino y de parte de la de Espoz y Mina, derrotó a la fuerza francesa y ocupó de nuevo Sigüenza [3].
Juan Martin, durante el año 1811, amplió su radio de acción a las sierras que separan Aragón con el reino de Valencia y La Alcarria. Ya iniciado el año 1812, sufrió la partida de El Empecinado, en febrero, lo que se puede considerar como su mayor revés. Fue en la población de El Rebollar de Sigüenza, donde fuerzas francesas reforzadas por guerrilleros desertores de la partida de Santiago Abuín "El Manco de Tordesillas" consiguieron causar una enorme cantidad de bajas a la partida (1.200 hombres).
[2] Futuro Lord Wellington (n.del a.)
[3] Manuel Sevilla Publicado: 13 agosto 2021 en https://laplazuela.net/health/13422-1809-1813-el-empecinado-en-sigueenza
El momento culminante de gloria de El Empecinado, fue su entrada en Madrid en el mes de julio de 1812 en loor de multitudes, precediendo al ya Lord Wellington, tras su victoria sobre los franceses en Arapiles, lo que había provocado la retirada de José Bonaparte, con su corte y afrancesados, hacia Valencia. Lamentablemente, Wellington y las fuerzas guerrilleras abandonaron Madrid al considerar que no se podían sostener la plaza ante la reorganización de los ejércitos franceses.
Como última acción de Juan Martin en la Guerra de la Independencia, sería la defensa de la ciudad de Alcalá de Henares. Allí combatió contra a un fuerte destacamento francés de requisa en fechas muy próximas (mayo de 1813) al abandono definitivo de José Bonaparte de la capital y previo a la definitiva batalla de Vitoria (junio de 1813). En esta ocasión la acción principal se dio en el puente de Zulema al suroeste de Alcalá, donde las fuerzas de El Empecinado expulsaron definitivamente a los franceses, manteniendo la ciudad cervantina hasta el final de la contienda.

Para finalizar, el ponente hizo un breve resumen de la importancia de la guerrilla en el conflicto, haciendo referencia a un artículo de la revista Ejército del coronel de Artillería José María Pardo de Santayana y Gómez-Olea:
Es necesario recalcar que las tropas napoleónicas en España sufrieron más bajas, marcharon más kilómetros y emplearon más tiempo y esfuerzo combatiendo a la guerrilla que al ejército regular español o al ejército aliado luso-británico.
A lo largo de seis años de luchas sin descanso, las tropas imperiales debieron de sufrir allí unas pérdidas comparables a las de la campaña de Rusia y superiores a las de cualquiera de las otras guerras de la revolución o del Imperio [4]
[4] Publicado en Revista Ejército nº 926 • Extraordinario junio 2018

Exposición La Academia de Caballería a través de sus uniformes
Dentro de los actos programados para conmemorar el 175 aniversario de la fundación de la Academia de Caballería, los vecinos de Valladolid han podido visitar, entre los días 4 y 26 de octubre de este año, la exposición La Academia de Caballería a través de sus uniformes. El escenario elegido para la misma fue, una vez más, el antiguo picadero del acuartelamiento General Shelly, construido en 1861 y único edificio del antiguo Octógono que aún se conserva.

La organización ha corrido a cargo de la Academia de Caballería, bajo la dirección de la Secretaría General del Arma. En la fase de preparación, ha contado especialmente con la colaboración de la Asociación de Amigos de la Academia y de otras instituciones como el Ayuntamiento y la Diputación de Valladolid o la IV Subinspección del Ejército.
La participación de nuestra asociación ha estado personalizada en tres de sus socios, los coroneles Tomás Alonso Marcos, Ángel Abengochea Jiménez-Alfaro y Javier Rodríguez Pastor. Estos, bajo la dirección del secretario del Arma y comisario de la exposición, coronel Ernesto de Novales Añibarro y con la colaboración del alférez reservista Alfonso León López integraron el grupo de trabajo encargado de la creación y diseño de los contenidos de la misma.

La exposición constituye, en sí misma, un recorrido cronológico por la historia de la academia en estos 175 años de existencia, en el que, como hilo conductor, se ha utilizado la uniformidad que adoptaron sus alumnos en el transcurso de los años. En este recorrido, y como no podía ser de otra forma, no solo se han reflejado hitos históricos de la academia, sino también los momentos importantes de la historia del Arma de Caballería y de la propia historia de España.
El origen de la exposición lo constituyen los trabajos de uniformología Academia de Caballería cadetes de Uniforme (1851-2021) y Uniformes de los sargentos durante su etapa de formación en la Academia de Caballería, 1975-2021. El primero de ellos publicado en el 2023 por el Ministerio de Defensa y el segundo, en el mismo año, por el Ayuntamiento de Valladolid; pero ambos desarrollados como actividades de la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería y realizados por miembros de la misma. Precisamente, las láminas originales de estos trabajos, que tuvieron como ilustrador al coronel José Manuel Álvarez Herrero, han podido ser contemplados en su tamaño natural por los visitantes de la exposición.

Estos dos trabajos sirvieron para identificar los distintos uniformes que habían utilizado los alumnos del centro y que, como no podía ser de otra forma, obedecían básicamente a la normativa que los sucesivos reglamentos y cartillas de uniformidad establecían para los cuerpos de Caballería. Ante el volumen de información recogida, se hizo necesario seleccionar el número y tipo de uniformes a representar. Para ello se tuvieron en cuenta criterios como: la existencia de fotografías o reproducciones, la variedad de los mismos y, finalmente, su visibilidad y vistosidad (uniformes que los alumnos vistieran en sus tardes de paseo por la ciudad o en las grandes ocasiones).
Finalizada esta selección, el siguiente paso consistió en describir, mediante dibujos esquemáticos, cada uno de los uniformes elegidos y establecer el periodo de vigencia de los mismos; se volcó toda esta información en carteles que pudieran ser visualmente atractivos y asimilables para un hipotético visitante que no fuera conocedor del tema. Debe destacarse en este propósito, la extraordinaria colaboración ofrecida por el coronel Eduardo Sánchez Arribas en el diseño de los dibujos.

Una vez fijados los periodos de vigencia de cada uniforme, se procedió a establecer un contexto histórico para cada uno de ellos; se identificaron los principales hechos acaecidos tanto en la historia de la academia, como en la del Arma Caballería y en la de la propia nación española. Para su muestra al público, la información se expuso en forma de dibujos, textos y fotografías en un formato de cartelería similar al utilizado para la representación de los uniformes.

Finalmente, como último paso de la preparación, se procedió a la búsqueda y selección de objetos, cuadros, prendas de uniforme, armamento, símbolos, etc. que, de una forma más realista, permitieran mostrar al visitante por lo menos parte de la información que se presentaba en los mencionados carteles. En esta fase hay que agradecer la colaboración ofrecida por el personal del museo de la ACAB y de su director interino, el subteniente Andrés Sánchez Redondo, así como la del coleccionista, Agustín Castro, que desde el primer momento ofreció su maravillosa recopilación de uniformes antiguos.
Las vitrinas y expositores imprescindibles para esta fase fueron proporcionadas por la IV Subinspección General del Ejército, el Ayuntamiento y la Diputación de Valladolid.

Por los comentarios recibidos, estamos seguros de que la exposición ha resultado atractiva para el público. La organización ha estimado una afluencia de 14.000 visitantes en las tres semanas que ha estado abierta.

Conferencia "Origen de la tradición jacobea"
Ponente: Juan María Silvela Milans del Bosch. Coronel de Caballería (retirado) y presidente de la asociación
El
pasado 18 de marzo y dentro de las actividades organizadas por nuestra
asociación, su presidente, Juan María Silvela Miláns del Bosch impartió
una conferencia sobre los orígenes de la tradición jacobea ante un
numeroso auditorio que llenó por completo el Aula Magna de nuestra
querida Academia.
Para todos aquellos interesados que no pudieran asistir, publicamos a continuación una recesión de la misma:

Comenzó el conferenciante con las siguientes preguntas:
¿Representa adecuadamente la tradición de Santiago, hoy en día, lo que somos y a lo que aspiramos?
¿Debe ser reconocida y reforzada como contribuyente decisiva al quehacer de España y como apoyo para el futuro?
Inmediatamente expuso el desarrollo histórico del patronímico de Jacobo (griego). Aunque se ha escrito que en hebreo significa "el que suplantó", en realidad, deriva de talón. Jacobo, patriarca del Antiguo Testamento, sustituyó en la primogenitura a Esaú, que nació primero; ambos eran gemelos e hijos de Isaac y Rebeca; Jacob, por un plato de lentejas, fue ungido por su padre.
Santiago proviene de la contracción de Locus Sancti Yacobi (designación de Alfonso II).
Herodes Agripa I, nieto de "El Grande", dio muerte a Santiago, hermano de Juan, por la espada (Hc 12,2), seguramente durante la Pascua del año 43 en Jerusalén.
Continuó el conferenciante con el análisis de la posibilidad y probabilidad de su predicación en España y su enterramiento en Libredón, mediante fuentes que los asistentes debían valorar por su antigüedad, continuidad, autoridad y coherencia.
La noticia de la predicación de Santiago en España fue dada a conocer principalmente por un monje del cenobio de S. Martín de Liébana (llamado convento de S. Toribio a partir del S. XII), de nombre Beato. Editó dos versiones del Apocalipsis (776 y 784) con explicaciones que denominó "Comentarios del Apocalipsis". En ellos daba la noticia de la predicación de Santiago en España.
Por tanto, se puede considerar, con ciertas reservas, que la noticia divulgada por Beato era una primicia en España.
Además, a finales del siglo VIII, surgió un himno litúrgico: "O Dei Verbum Patris", dedicado a Mauregato, que proclamaba a Santiago: Apóstol dignísimo, cabeza refulgente y dorada de España, defensor especialísimo y patrono nuestro.

Con respecto a su enterramiento en España, a partir de la 3ª o 4ª década del S. IX, en el norte del valle de Amaia, entre los ríos Tambre y Ulla, en un altozano boscoso llamado Libredón, el párroco de San Fiz de Solivio, de nombre Paio o Pelayo (cuya existencia histórica es dudosa), creyó distinguir unas luminarias. Inmediatamente, avisó a Teodomiro, obispo de Iría, que mandó despejar la maleza. Allí descubriría un edículo sepulcral con peristilo, que no dudó en reconocer como sepulcro del apóstol. Su creencia fue firme, pues fijó su residencia en el lugar y ordenó su entierro junto a los restos de Santiago. Su lápida sepulcral fue descubierta en las excavaciones de 1946/59.
Desde luego existía una normal comunicación entre la costa oriental del Mediterráneo (Fenicia) y las Rías Gallegas, incluso hasta las Islas Británicas; era fundamentalmente la "Ruta del Estaño" que terminaba en las Islas Casitérides; éstas pueden ser las Sisargas gallegas o las Sorlingas inglesas. Según Portela Pazos, la más apropiada es la de Ons, la Aunós de Plinio, en la entrada de la Ría de Arosa: la mejor situada para el caso. Como Santiago fue decapitado por Herodes Agripa en el año 43 de nuestra era, no es aventurado llegar a la conclusión de que pudo predicar en España, pues tuvo 13 años para hacerlo. En consecuencia, la posibilidad es cierta.

En 1879, López Ferreiro y Labín Cabello, por encargo del cardenal y arzobispo de Santiago Miguel Payá Rico, descubrieron en el ábside de la catedral el cadáver de un decapitado y dos discípulos, Teodoro y Atanasio según la leyenda. Estos restos habían sido escondidos en tal lugar por el arzobispo Juan de Sanclemente en 1589, ante el peligro del Pirata Drake, que fracasó ante La Coruña; se mantendrían ocultos por el temor a Felipe II, que estaba reuniendo reliquias en El Escorial
En las excavaciones realizadas en 1946/59 por Francisco Iñiguez, Chamoso Lamas y Pons Sorolla, bajo la dirección de Guerra Campos, se descubrió la lápida sepulcral de Teodomiro; en 1988, el tapón de una "fenestella" martirial con la inscripción en griego de Atanasio mártir, además de otras inscripciones arameas. Posteriormente y por Antonio Blanco Frejeiro e Isidoro Millán Fernández Pardo, se dató el mosaico, que cubrió el sepulcro, donde se supone que estuvo enterrado Santiago; colocado en la segunda mitad del siglo II, no fue movido hasta su descubrimiento en el S. IX. La hipótesis priscilianista quedaba desautorizada. Tampoco tenía anteriormente argumentos sólidos en que apoyarse.

No son argumentos debidamente fundados, ni el culto a unas reliquias de Fray Justo Pérez de Urbel, ni la permanencia de un culto dioscórido, los gemelos Castor y Pólux, hijos de Júpiter. Las excavaciones, la epigrafía y la historia los han desautorizado.
Concluyó el conferenciante con la aseveración de que era una tradición hermosísima, autorizada por la Iglesia, específicamente española y formada a su hechura; como escribió Claudio Sánchez Albornoz, porque se necesitaba en el quehacer de España. Sin embargo, este carácter no ha sido obstáculo para su trascendencia más allá de los Pirineos. Por un lado, certificó el empeño de los hispanos por ser europeos y cristianos (en frase de Julián Marías). Y, por otro, Europa nació, en realidad, en la peregrinación y el cristianismo es su lengua materna (en frase de Goethe -1749-).

Terminó el coronel Silvela con la aseveración sobre la estimación de su probabilidad, teniendo en cuenta los recientes descubrimientos epigráficos, todavía en proceso de ratificación, de que no es aventurado considerar que la tradición jacobea tiene base histórica; y aunque todavía no puede demostrarse con absoluta certeza que Santiago viniera España y esté enterrado en Compostela, es necesario advertir que:
Mientras no prueben con toda evidencia que sea falsa, será una temeridad y ligereza notorias abandonar esta creencia, que ha sido el nervio de nuestra historia y ha influido de una manera tan poderosa en la formación de nuestra nación, de nuestra devoción y de la devoción y piedad de Europa entera (Zacarías García Villada).
Conferencia "Desembarco y ocupación de Alhucemas, 8 de septiembre - 2 de octubre de 1925
Ponente: Efrén Fernández Petite. Tcol de Caballería (retirado) y licenciado en Geografía e Historia por la UNED.

El pasado 4 de junio, dentro del programa de conferencias programadas por la Asociación de Amigos de la Academia de Caballería, tuvo lugar en aula magna del acuartelamiento "General Shelly", la conferencia Desembarco y ocupación de Alhucemas, 8 de septiembre - 2 de octubre de 1925, impartida por Efrén Fernández Petite, teniente coronel retirado de Caballería y licenciado en geografía e historia por la UNED, a la vez que miembro de la asociación. Al acto asistió numeroso público, predominantemente de condición civil, así como varios miembros de la asociación. La presentación corrió a cargo del también vocal de la junta de la asociación Felipe Martin Moreno, quien hizo una breve reseña sobre el currículo académico y profesional del conferenciante.
Para todos aquellos interesados que no pudieran asistir, publicamos a continuación una recesión de la misma:
Comenzó el ponente indicando que la exposición estaba motivada por la celebración del centenario en próximas fechas del acontecimiento militar del título. Indicó como primera idea fuerza la de aclarar que el desembarco de Alhucemas no fue, como se cree generalmente, el acontecimiento que puso fin a la guerra del Rif, sino una operación militar que, a pesar de las dificultades, finalizó con éxito; constituyó una de las bases de partida para que, en los dos años siguientes, se consiguiera finalmente la pacificación del territorio del Protectorado Español de Marruecos, situación que, con diferentes avances y retrocesos, no se había podido lograr desde el año 1909.
Afirmó que las principales unidades de tierra intervinientes eran fuerzas de choque: el Tercio de Extranjeros, las tropas regulares, las mehalas jalifianas y harkas rifeñas. La intención del gobierno español fue limitar lo más posible la intervención de fuerzas peninsulares procedentes de quintas, que podría causar rechazo social en el territorio peninsular.

Tras exponer la evolución hasta 1925 de la misión política del reino de España como potencia protectora, asignada por el Tratado de Algeciras (1906) en la zona norte del sultanato de Marruecos, resaltó la fuerza adquirida por la "República del Rif" no reconocida oficialmente. Estaba regida por Muhammad Ibn 'Abd el-Krim El-Jatabi, más conocido por Abd-el-Krim, que consiguió el dominio de la cabila Beni-Urriaguel. Además, logró que se sumasen a su rebelión las cabilas del Rif, de la Gomara, la Yebala, Guelaya, Qebdana y otras. Alcanzó una capacidad de organización tanto militar como económica y administrativa que, en la primavera de 1925, le dio capacidad de enfrentamiento, no sólo a las fuerzas españolas del Protectorado, sino también a las de la zona norte del Protectorado Francés. Su ataque rebasó el Río Uarga y amenazó las ciudades de Uazán, Fez y Taza. Esta acción le ocasionó al ejército francés un quebranto casi similar al español del verano de 1921.

Afirmó a continuación que la situación creada movió al gobierno francés a buscar la colaboración del español.Primo de Rivera, que ya había desechado desde febrero de 1925 la idea del abandono del Protectorado español y estaba decidido a realizar un desembarco en el Rif central, acogió con satisfacción el cambio francés propiciado por el mariscal Pétain. Con esta disposición de ambos gobiernos, se pudo convocar la Conferencia Hispano-Francesa de Madrid del 25 de julio de 2025 y llegar a los acuerdos de efectuar acciones militares combinadas, además de otras de control del contrabando y de fijar con más precisión los límites de ambos protectorados
En lo estrictamente militar, España se decidió por atacar directamente el territorio de los Beni-Urriaguel en la zona de Alhucemas, mediante un desembarco con apoyo aéreo-naval francés, a la vez que el Ejército colonial francés ejecutaría acciones en la zona del Uarga, para recuperar parte del territorio y debilitar la reacción rifeña ante el desembarco.
A continuación, detalló la organización operativa para el desembarco:

Una vez hecha una descripción de la fuerza operacional, así como de sus misiones y capacidades, expuso el plan de la operación. Comenzó con la fase de aproximación, al describir los embarques de las fuerzas de ambas brigadas y las misiones previas de efectuar simulacros de desembarco en puntos de la costa alejados de la bahía de Alhucemas (Uad-Lau y Sidi-Dris); el objetivo era confundir al enemigo sobre la zona de desembarco, la cual se había determinado que fuera, en la primera fase, al oeste de Morro Viejo y no dentro de la bahía. La información de inteligencia indicaba la concentración de fuerzas rifeñas con profusión de artillería y armas automáticas en las playas de Suani y Schifa, zona central de Alhucemas.
Pasó entonces a describir la acción diseñada por Abd-el-Krim con el propósito de abortar la operación; para ello, lanzó un ataque el día 3 de septiembre con 4.000 askaris contra las posiciones españolas del Macizo del Gorges, protectoras del acceso a Tetuán por barrancos, que los citados blocaos cerraban. Desde luego, en caso de obtener éxito peligraba la capital del Protectorado. La resistencia a todo trance de la posición de Cudia- Tahar hasta el día 13, integrada unos 200 soldados de infantería, artillería y transmisiones, que fue liberada por columnas enviadas desde Tetuán, con el refuerzo de dos banderas del Tercio y un tabor de regulares, detraídos de la columna expedicionaria de Melilla, evitó que fuera abortada la operación de desembarco.

Otra de las incidencias que modificaron el plan de
desembarco, previsto inicialmente para la madrugada del día 7 de septiembre, fue
el estado del mar, que impidió la correcta aproximación de la flota procedente
de Ceuta (columna del general Saro). Debió retrasarse hasta el día 8 y, aunque
estaba previsto su ejecución a las 04:30 horas, no pudo hacerse hasta el mediodía, debido a la dispersión de las barcazas durante la noche. Una vez que
fueron reunidas por los remolcadores y torpederos y se pudo formar la línea de
asalto.

Afortunadamente, la corriente llevó a las barcazas de desembarco hacia el extremo occidental de la playa de Ixdain; La playa de la Cebadilla y la zona más al este de aquella estaban minadas con bombas de aviación. Fondeadas a unos 50 m. de la orilla, el asalto se realizó con el agua a la altura del pecho y, como consecuencia, no se pudo efectuar el desembarco de los carros de asalto R-17, que debían constituir la vanguardia de la fuerza. Igualmente, el terreno con fuertes pendientes constituyó otro factor de dificultad. Recalcó que la vanguardia estuvo formada por la agrupación de harcas de Muñoz Grande, las banderas del Tercio, el batallón de Cazadores, la mehala y los regulares y que desembarcaron por este orden, al mando del coronel Franco.

Esta fuerza llevó el esfuerzo principal de la jornada; en dos horas, lograron ocupar las posiciones rifeñas, reforzadas por artillería de Morro Nuevo y la Casamata del Cañón, y consolidaron una estrecha faja de tierra como cabeza de desembarco, pero sin poder realizar una preparación defensiva del terreno en condiciones adecuadas, debido al retraso en la hora del desembarco. Las fuerzas de Melilla, encabezadas por la columna del coronel Goded, debido a la escasez de barcazas disponibles y al estado de la mar, no pudieron hacer su desembarco hasta el día 11 de septiembre en la playa de los frailes, al pie de Morro Nuevo. Ocuparon el sector oriental de la cabeza de desembarco. Resaltó el conferenciante la oportunidad de la presencia de esta fuerza, pues se desencadenó un fuerte contraataque rifeño en la noche de ese mismo día.

Se buscaba entrar por el collado de La Harka hacia la playa de Los Frailes para romper la defensa española y alcanzar rápidamente la costa. De esta forma, se comprometía seriamente el desembarco y representó la situación más crítica de la operación. Afortunadamente sería superada por la disposición de las reservas del coronel Goded, con las que se llegó la combate cuerpo a cuerpo, y a que los batallones de reserva entregaran las dotaciones de munición y granadas de mano a las fuerzas de la Harka del comandante Varela, que defendía los puntos críticos y que de esta forma pudieron aguantar y desbaratar la acción rifeña. Estos ataques se repitieron en las noches del 12, 13 y 19 de septiembre con igual resultado.
Tras hacer mención a la pausa en las
operaciones, motivada por la necesidad de acumulación de los recursos
necesarios para proseguir el avance hasta la línea final de objetivos, situada
en las inmediaciones de Axdir, explicó,a continuación, las
siguientes fases de la operación; fueron las operaciones de asalto a las
sucesivas líneas de elevaciones, hasta lograr la
ocupación de la zona de objetivos finales, mediante ataques coordinados de
las dos brigadas de Ceuta y Melilla; los esfuerzos principales serían llevados a cabo por las columnas de los coroneles Franco y Goded.
- Día 23 de septiembre; ataque a la línea Malmusi - Alto - Cuernos de Xauén - Morro Viejo.En esta acción participaron por primera vez los carros de asalto R-17, que ejercieron labores de enlace y seguridad. Las columnas contaron con el apoyo de fuegos terrestres, navales y de aviación y realizaron maniobras envolventes; también colaboración el resto de columnas de cada brigada, que realizaron acciones para fijar al enemigo. En este avance se consiguió despejar la Cala del Quemado, excelente fondeadero, que permitió el establecimiento de una base logística. Posteriormente alcanzaría la entidad de campamento fijo, que se convirtiría en Villa Sanjurjo, hoy ciudad de Alhucemas.
- Día 30 de septiembre; ataque a la línea Tara - Mara - Monte las Palomas - Monte Cónico - Buyibar - Punta Salinas. En ella, finalmente se conseguiría encontrar las aguadas necesarias para el ganado, medio vital para el transporte de artillería, suministros y evacuaciones.
- Dias 1 y 2 de octubre; ataque y asalto al Monte Amekrán- La Rocosa- Adrar Seddún. Constituía la línea final de objetivos situados a la vista de Axdir, localidad que sería saqueada, aunque había sido abandonada previamente por su población.

Aunque en todas estas operaciones los rifeños ofrecieron una gran resistencia, se consiguió consolidar una cabeza de desembarco amplia, bien asistida y protegida, que permitiría ser utilizada como base para las operaciones de la primavera de 1926. El conferenciante se lamentó de no haber aprovechado la situación para realizar una operación de explotación del éxito hacia la zona oriental, de la que era partidario el coronel Goded. Primo de Rivera no quiso autorizarla, lo que permitió que Abd el Krim estableciera una fuerte línea defensiva en el río Iberloken. La fuerza expedicionaria se mantuvo en situación estática durante el invierno, hasta el siguiente mes de mayo, en el que se reanudaron las operaciones.
Concierto de música para celebrar el 175 aniversario de la creación de la Academia de Caballería

El domingo 21 de septiembre de este año y a las 19,00 horas, se celebró, en el Teatro Calderón de la ciudad, un concierto de música titulado: Sones de Caballería. Ha sido el primer evento llevado a cabo para celebrar el 175 aniversario de la creación del Colegio de Caballería (R.D. de 5 de noviembre de 1850), que se instaló en el antiguo edificio de la Universidad de Alcalá de Henares. En 1867 sería llamada por primera vez Academia de Caballería, nombre que mantiene hoy, después de diversas alternativas.
El concierto fue presidido por el Comandante Militar de Valladolid y Palencia, general Francisco Javier Calero Perea. Representó al Ayuntamiento de Valladolid la Concejala de Cultura, Irene Carvajal Cruzat. Otras autoridades que asistieron al concierto fueron el Subdelegado de Gobierno, Jacinto Canales de Caso, el Jefe Superior de Policía de Castilla y León, Juan Carlos Hernández Muñoz, el Rector de la Universidad, Antonio Largo Cabrerizo….


Se encargó de conducir el concierto la locutora Marta Bermejo Maniega, que pidió al coronel Director de la Academia de Caballería, Francisco Javier López Villar, que subiera al escenario para dirigirse al público, que llenaba el teatro, y explicara los actos previstos para celebrar este 175 aniversario de la creación de la academia, tan vinculada secularmente a Valladolid. El coronel agradeció al Ayuntamiento y a la Escuela de Municipal de Música "Mariano de las Heras" su colaboración y destacó la compenetración histórica la academia y la ciudad. Terminó agradeciendo a las autoridades civiles y militares y al público su presencia en este primer acto de celebración del aniversario.

Fue contestado por la Concejala de Cultura, con un emotivo reconocimiento de la labor realizada por la academia en cumplimiento de su misión educadora y formadora de los mandos de la Caballería española .
A continuación, se entregó el título de jinete de honor al director de la Escuela Municipal de Música de Valladolid, Francisco Javier Alonso Zarzoso, que intervino con la explicación de su labor docente y expresó, muy emocionado, su agradecimiento por tal nombramiento que hizo extensivo a todo su equipo de gestión y profesorado.

El Coronel Director de la ACAB imponiendo la insignia al Director de la Escuela Municipal de Música, Francisco Javier Alonso Zarzoso, que le identifica como Jinete de Honor
DESARROLLO DEL CONCIERTO
Comenzó el concierto con la siguiente sucesión de intervenciones:
1. Banda de clarines y timbales de la Guardia Real
- Cabo jefe de Banda: Christian Manso Manso
- Relato: Cabo Mayor Enrique Julián Golderos López
2. Banda y Coro de la Escuela Municipal de Música Mariano de las Heras de Valladolid.
- Dirección Banda: Ángel Páez Ayala
- Dirección Coro: Natalia Abad Collantes
Los temas musicales que interpretaron ambas bandas fueron:
Banda de Clarines y Timbales de la Guardia Real
- Toques de ordenanza y puntos de marcha: Guiones; 4.º Punto de marcha al paso; Vals; 1.er Pasodoble; 2.º Pasodoble
- Demostración de evolución y armonización: Diana floreada
- Marchas de la Caballería moderna: Conga; Guapa Oración: Toque de Oración de Caballería

Banda y Coro EMMVA
- Marcha de Caballería n.º 1 (de Abel Moreno)
- Paso ligero de Caballería (de Abel Moreno)
- Fantasía Militar (de Eduardo López Juarranz)
- Centauros de Alcántara (Miguel Ángel Cantera; versos de Marcos Rafael Blanco Belmonte)
- Himno de Taxdirt (de Mariano Galobardes de la Torre)
- Himno de Farnesio (de Facundo de la Viña; letra de Francisco Javier Martín Abril)
- Himno de Caballería (de Ángel de la Cruz Madrigal; letra de Francisco Javier Giráldez González)
- Propina: Banderita (de Francisco Alonso López)

Terminó el concierto con la interpretación por la banda EMMVA del himno nacional con el público puesto en pie. El lector que desee escuchar el concierto podrá hacerlo al introducir en su sistema informático el siguiente enlace:
Una versión reducida se puede escuchar en youtube:
Textos de los relatores
BANDA DE CLARINES Y TIMBALES DE LA GUARDIA REAL
Los textos que relataron la presentadora Marta Bermejo Maniega el cabo mayor Enrique Golderos López para explicar la intervención de esta banda se exponen a continuación.
Para comenzar, la presentadora informó al público que esta primera parte del concierto estaba dedicada a los toques tradicionales de la Caballería española, empleados durante siglos cuando su medio principal era el caballo. Para ello, se cuenta con la Banda de Clarines y Timbales del Escuadrón de Escolta Real, a cargo del cabo de banda Christian Manso Manso. Es la única banda a caballo que conserva nuestro en el Ejército de Tierra.
Desde muy antiguo, la Caballería ha contado con bandas, siempre compuestas por clarines y, en ocasiones, también por timbales. Muchos de los actuales toques de Caballería tienen su origen en 1774 y, durante el siglo XIX, se completaron con otros y se ajustaron a la forma actual; constituyen un importante patrimonio cultural, del que la Banda de Clarines y Timbales del Escuadrón de Escolta Real es su principal custodio.

Francisco Fernández de la Torre, definió magistralmente los sones de nuestros jinetes con estas palabras:
Las bandas de trompetas o clarines de la Caballería producen unos acordes largos y sostenidos. Estas armonías resonantes, lentas y profundas, solo atravesadas por las variaciones agudas de un trompeta de ataque que arranca el Maestro de la Banda, en un tenso esfuerzo que le obliga a enrojecer el rostro, tienen una tristeza extraña y una rara melancolía.
El primer toque que se escuchó fue la Marcha del Soldado, que en la actualidad se ha adaptado al ritmo de paso ordinario y se la conoce como Guiones.
Los puntos de marcha se emplean para acompañar durante los desfiles y desplazamientos a caballo de la unidad. Están adaptados a poder tocarse en los diferentes aires del caballo, por lo que los hay de paso y trote. Se comenzó por el 4.º punto de marcha al paso.

Seguidamente, se interpretó el Vals de Caballería, pieza clásica del siglo XIX, empleada tradicionalmente como marcha para pasar revista a las unidades.
Entre las músicas más populares en España, encontramos los pasodobles. Estas composiciones para bandas de Caballería se llaman así por ser las únicas piezas que mantienen un compás de 2 por 4 entre las armonías que interpretan sus trompetas, ya que trompeta es como se denomina tradicionalmente al jinete que toca el clarín.
A continuación, la banda interpretó el 1.º y el 2.º Pasodoble de Caballería.
Para conocer mejor cómo es una banda de guerra de Caballería, el cabo mayor Enrique Golderos López, maestro de banda de Caballería, describió sus instrumentos y armonización mientras la banda interpretaba la Diana floreada de Caballería. Pese a la limitación que tiene su instrumentación, se ha compuesto y adaptado piezas para enriquecer su repertorio e interpretarlas en exhibiciones, pasacalles o conciertos. Se escucharon a continuación dos marchas:
- Conga, de la que es autor el cabo mayor Enrique Golderos López, y
- Guapa, adaptación musical realizada por el cabo Christian Manso Manso del tan conocido pasodoble de Jorge Sepúlveda: Tres veces guapa.

Para despedirse, la Banda de Clarines y Timbales del Escuadrón de Escolta Real interpretó el toque de ordenanza que suena en cada cuartel de Caballería al ponerse el sol, muy sentido por lo que representa: el de Oración de Caballería.
BANDA Y CORO DE LA ESCUELA MUNICIPAL DE MÚSICA MARIANO DE LAS HERAS

Marchas a ritmo normal y a paso ligero de Caballería
Iniciamos la parte del concierto del que serán protagonistas la banda de música y el coro de la escuela municipal de música Mariano de las Heras de Valladolid. Solicitamos un fuerte aplauso para sus directores, Ángel Páez Ayala y Natalia Abad Collantes.
Escucharemos en primer lugar dos composiciones del teniente coronel músico Abel Moreno, tan vinculado a Valladolid; son sendas marchas escritas, una a ritmo de paso normal y otra a paso ligero, para el Regimiento Sagunto de Caballería con el fin de que se pudieran interpretar con la banda de música regional y la de clarines de la citada unidad.
Estos instrumentos de viento disponen de un tono mucho más alto que el de las cornetas de Infantería, lo que impide la actuación conjunta de las bandas de música y guerra en las paradas y desfiles de los escuadrones. Oigamos las dos y comprobemos el acierto de este excelente músico militar.
Fantasía Militar
Nos ha parecido idóneo continuar con un poema militar que describe una jornada en un cuartel de Caballería, que bien podía ser en la propia Academia de Caballería. Su autor, Eduardo López Juarranz (1844/1897), fue un famoso músico militar que había sido discípulo de Emilio Arrieta y posteriormente elegido director de la Banda de Alabarderos en dura oposición. Autor del pasodoble "La Giralda", su obra más conocida, podríamos interpretar su fantasía mediante el siguiente guion literario:
El crepúsculo anuncia un nuevo día y en el cuartel se oye la diana de Caballería, aguda, floreada y marcial. Enseguida, la contraseña de una trompeta nos avisa del cambio de guardia, pues es la hora militar de la Asamblea. Inmediatamente, la banda de música inicia su instrucción en movimiento. La marcha que interpreta se oye, en principio, lejana, pero se acerca para alejarse otra vez. Durante el ensayo musical, suena de pronto una jota, también unos puntos de marcha y después un desgarrado aire andaluz. De repente, una inesperada tormenta interrumpe el plácido día y, tras la tormenta, la calma. Ya concluye la jornada militar y el ambiente se colma de emoción por el recuerdo del compañero perdido, al escuchar el toque de oración. Pero de nuevo una melodía, alegre y distendida, cambia el ánimo, pues los jinetes salen de paseo.
Centauros de Alcántara
Es una canción, compuesto en enero de 2013 por Miguel Ángel Cantera, en homenaje al regimiento de Cazadores de Caballería Alcántara. El motivo fue la imposición de la laureada colectiva al regimiento, recibido en el 2012; ha tenido que esperar 91 años este reconocimiento de su comportamiento heroico durante el Desastre de Annual.
La música, con estructura transversal, intercala notas del Himno de la Academia de Caballería, pues el compositor ha querido tener en cuenta que el monumento escultórico, realizado por Mariano Benlliure en homenaje al regimiento, se encuentra instalado delante de la puerta principal de la Academia de Caballería, como tirando del edificio. Miguel Ángel Cantera, ha utilizado para la letra determinados versos del poema El escuadrón de la locura de Marcos Rafael Blanco Belmonte. Este inspirado y patriótico poeta cordobés, que había nacido en 1871, falleció en su ciudad natal en 1936.
Himno de Taxdirt
Como recuerdo de otras cargas heroicas efectuadas por una unidad de Caballería en África a principios del siglo XX, la banda interpretará a continuación el Himno de Taxdirt. Fue compuesto por el teniente de Caballería Mariano Galobardes de la Torre
Taxdirt es una zona al norte de Melilla donde el 4º escuadrón del Regimiento de Cazadores número 21, llamado de Alfonso XII, realizó tres cargas decisivas el 20 de septiembre de 1909; se necesitaba que los batallones de Infantería pudieran restablecer la línea, una vez ejecutado el relevo del que estaba en contacto con la harca, ya muy desgastado. Tal línea defensiva protegía la ciudad. Con estas cargas, pudo ser recompuesta y asegurada posteriormente con la llegada de refuerzos. Los protagonistas fueron 80 jinetes, mandados por el teniente coronel Cavalcanti, que hicieron retroceder a 1.500 cabileños. Esta acción se enmarca dentro las operaciones militares posteriores a la derrota española del Barranco del Lobo.
Himno de Farnesio
La vinculación con Valladolid del Regimiento de Caballería de Reconocimiento Farnesio número 12 es y ha sido tan intensa, que, unida al apoyo que presta constantemente a la Academia de Caballería en su misión de enseñanza, nos ha impulsado a incluir su himno en este concierto. El regimiento está en Valladolid desde 1850, alojado en principio, como 2º Regimiento de Lanceros, en el cuartel de Cazalla (antiguo convento de San Ignacio) y, en 1860, en el convento de La Merced, hoy desaparecido. Posteriormente, se incorporaría al acuartelamiento Conde Ansúrez el 7 de marzo 1902 en una ceremonia que presidió el rey Alfonso XIII. Hoy en día, tiene su sede en la base militar «El Empecinado», en la localidad de Santovenia de Pisuerga.
El 14 de diciembre de 1949, esta unidad de Caballería celebró su 300 aniversario. El Ayuntamiento de Valladolid, en sesión plenaria, concedió entonces al regimiento su Medalla de Oro, consciente de la identificación secular con la ciudad de la unidad y de la importancia de la efeméride que se celebraba, pues este regimiento de Caballería es el más antiguo de Europa. Entre los actos programados en la inauguración del acuartelamiento, Conde Ansúrez, estaba el estreno del himno, compuesto por el escritor vallisoletano Francisco Javier Martín Abril, con música del maestro Facundo de la Viña.
Himno de la Academia de Caballería
Ha llegado el momento de escuchar y participar en la interpretación del himno del Arma de Caballería; en realidad y en un principio, lo había sido solamente de su Academia. Su historia nace en unas maniobras llevada a cabo en Hoyo de Manzanares por las academias de Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros e Intendencia en 1957; cada día se cantaba el himno de cada Arma, pero el de la Caballería no podía interpretarse por los alumnos de la XII promoción de la Academia, participantes en las citadas maniobras, ya que el himno de la su Arma no existía. El entonces director de la Academia de Caballería, coronel Alonso Linaje, decidió encargar la composición de un himno al capitán músico Ángel de la Cruz Madrigal, director de la banda de música de la Academia de Artillería y, de la letra, al comandante de la misma Arma, Francisco Javier Giráldez González, ayudante de este centro de enseñanza. La aprobación como himno del Arma de Caballería fue publicada en el BOD del 6 de diciembre de 2015.

Propina: Pasodoble de la Bandera
Dentro de una cuadra larga, estrecha y maloliente de Ait Kamara, en la cabila de Beni Urriaguel, habían sido encerrados algo más de 200 prisioneros españoles, después del «Desastre de Annual», como castigo por una fuga de trece soldados. Allí se producirá un hecho insólito, emocionante y hermoso. Los soldados casi no cabían y tenían las rodillas del que se sentaba detrás sobre sus espaldas. Al fondo de la cuadra, un susurro comenzó a oírse; pero los sargentos mandaron callar a los soldados, para evitar nuevas represalias del carcelero, el cruel y corrupto Hammou; de nuevo, volvió ese sonido quedo; los sargentos intentaron contenerlo otra vez, pero acabó por extenderse por todo el recinto, para terminar a voz en grito. Cantaban un pasodoble: ¡Banderita! Al terminar, rompieron a aplaudir y, según escribió el sargento Basallo, presente en la cuadra, los soldados habían puesto de manifiesto su:
orgullo de haber izado aquella noche, rotos de hambre y de cansancio, la bandera de España, no con nuestros brazos, sino con nuestras voces... en el corazón del Rif.
Banderita se hizo popular desde el mismo día que fue escuchado por primera vez en el teatro Martín de Madrid el 31 de octubre de 1919, al estrenarse la pieza lírica de Las Corsarias. Su autor, Francisco Alonso, obtuvo un gran éxito con aquel estreno.
El pasodoble quizás hacía referencia, en sintonía con la letra del mismo, al pañuelo que cubría, como una pequeña cortina, la percha donde los soldados colgaban sus prendas en el dormitorio; tenía dispuestos los colores de la bandera en sentido vertical e impreso, en el centro, el escudo de la unidad a la que pertenecían. Sustituyó como himno popular a Cádiz y acompañó al Ejército español en la recuperación del Rif, después del «Desastre de Annual».
Himno Nacional
Para finalizar, se interpretará el Himno Nacional; su versión actual, fue estrenado ante los Reyes de España en el Teatro Real el mismo día de su aprobación en el Boletín Oficial del Estado el 11 de octubre de 1997. Los arreglos habían sido realizados por el músico militar: general Francisco Grau Vegara.
Sus hermosos acordes nos harán evocar glorias nobles. Reclamamos el máximo respeto para este símbolo español, que como dijo Cánovas del color rojo:
ha sido maduramente formado por los siglos en nuestra madre patria y elegido y adoptado por los españoles de más valor moral y científico.
Siempre ayudará a los españoles de buena voluntad a mejorar el proyecto de convivencia total en esta empresa común que es España. Les rogamos se pongan en pie.


Banda de clarines y timbales de la Guardia Real

Está encuadrada en el Escuadrón de Escolta Real, unidad que representa al Arma de Caballería en la Guardia Real. Es la encargada de transmitir las órdenes del mando, rendir honores militares, interpretando los toques tradicionales de ordenanza de la Caballería. Su instrumento es el clarín en sol y en fa (bajos). La composición habitual para marchar es el cabo mayor, cabo 1.º o cabo al mando, con un clarín en sol, dos timbaleros, ocho clarines en sol y cuatro clarines en fa.
Esta banda es la única que tiene concedido el privilegio de contar con dos timbales, ya que el timbal era antiguamente el que transmitía las órdenes del mando en el campo de batalla, siendo un trofeo muy apreciado por el enemigo. Es de destacar que esta banda es en la actualidad la única banda de guerra a caballo que queda en nuestro Ejército y mantiene viva esta tradición musical.
Banda y Coro EMMVA

La Banda EMMVA fue presentada en diciembre de 2016. Desde entonces, participa activamente en eventos de relevancia social y cultural de la ciudad, como son la colaboración en los conciertos de la Feria y Fiestas de Valladolid. También, en actos procesionales, en los que hace el acompañamiento musical. Ha participado en diferentes encuentros de bandas celebrados en Castilla y León y Andalucía.
Entre las actuaciones más relevantes del Coro EMMVA se encuentran conciertos de carácter benéfico y eventos institucionales, tales como su colaboración anual con las cofradías de Valladolid, destacando especialmente por su interpretación de música sacra en Semana Santa. También ha participado en el concierto ofrecido en la Academia de Caballería de Valladolid, donde interpretó repertorio militar junto a la banda de la misma escuela.
